La protección pasiva contra incendios en los edificios se obtiene al instalar sistemas que evitan o aminoran los daños ante un incendio. La legislación actual establece los requisitos y condiciones que deben cumplir todos los edificios. El tiempo de resistencia se calcula en función del tipo de construcción, la altura del edificio y del uso al que se destina.
La protección pasiva contra incendios engloba todos los materiales y procedimientos de aplicación que conforman una instalación contra incendios con el objetivo de prevenir la aparición de un incendio, impedir y/o retrasar su propagación y facilitar su extinción.